domingo, 24 de marzo de 2013

El Banco de tres Patas (Parte 2)

Como dijimos en la anterior entrada, los bancos de 2 patas suelen ser complejos y difícilmente detectables ya que muchas veces tendemos a confórmanos con 2 de 3 patas, pero a la larga nos damos cuenta de que es insuficiente. Hoy hablaremos de otros 3 personajes:
·         El Folla amig@: ¿Quién no ha tenido al típico amig@ al que ha querido pero en el que nunca a confiado? Te diviertes con él en todos los sentidos, vas con él de fiesta, de copas o incluso al cine en algunos casos pero lo conoces y sabes que es un golfo en el que no se puede confiar. Esta siempre pendiente de sus amig@s, del futbol, de ir de compras y solo se acuerda de ti cuando va caliente como un pollino. Es imposible confiar en él. Pero a ti no te importa porque tú eres igual que él. Siempre te juras que no vas a volver a caer otra vez pero llega el sábado, 3 copas en el cuerpo y varios calentones seguidos después de observar a los números polvos de una noche que hay en la discoteca piensas en él. Entonces te autoconvences de que no esta tan mal, que un polvo más y lo dejas... En este momento empieza la conversación entre el folla amigo A y el B mediante whatsapp.
-          Folla Amigo A: “hola, ¿por dónde andas? “
-          Folla amigo B: “Aquí con los colegas, ¿y tú?”
La otra parte de la relación lo normal es que ande como tú, caliente a mas no  poder y borracho por lo que rápidamente contestara. Al principio se hace un pelín el duro y hace como que pasa del tema. Ese “¿y tú?” lleva veneno amasado. Entonces, presa del calentón prosigue la conversación.
-          Folla Amigo A: “Estoy en el chiripas, menudo fiestón hay, pasaros. Jejeje”
Ese jejeje tiene más peligro que Hitler en la vendimia de mi pueblo. El amigo B ni si quiera se percata que si de verdad hubiera un fiestón no estaría mandando mensajes, pero a da igual, lo único que quiere en ese momento es despertar acompañado. Así que contesta.
-          Folla amigo B: “pues por aquí está un poco muerto, igual me paso”
En realidad ya está en el taxi de camino. Después de este mensaje viene el momento jugar a las películas por whatsapp, es decir, os empezáis a intercambiar emoticonos de caritas, corazoncitos y demás polladas. Al final llegas al Chiripas, y sorpresa cuando entra, hay menos ambiente en el bar que en el taxi que le ha llevado:
-          Folla amigo A: “Joer que mala suerte, justo ahora se acaba de ir todo el mundo”.
Pero da igual, a estas alturas la negociación está ya muy avanzada y solo queda cerrar el trato. Empieza el tonteo  con una última copa y de pronto,  al día siguiente te despiertas pensando, “Mierda otra vez!!!”.
L@s folla amig@s siempre son dos, excesivamente parecidos entre sí. En algún momento de la relación pueden llegar a pensar que están enamoradas pero cuando piensan en algún momento entre ellos, ajeno al sexo, se dan cuanta que no hay nada más. Diversión y sexo, solo dos patas para un banco, no es suficiente.

·         El noviete/novieta: Personaje más típico de la adolescencia aunque también puede observarse en edades más avanzadas.  Este personaje se explica a través del dicho “Para estar sol@ pues salimos y ya veremos en el futuro a donde llegamos”. El noviete/novieta  suele ser una persona normalmente agraciada físicamente, en la que confías pero con la que no terminas de divertirte.
Ante la ausencia de diversión, los planes típicos suelen ser planes tranquilos. El noviete es ideal para ir al cine, para ir a tomar café, a cenar a sitios pijos o una tarde de peli manta. Planes que están muy bien pero que por sí solos no pueden sostener una relación. Es decir, son planes que haces cuando te fallan los amigos o no echan nada en la tele.
La vida social de estos personajes se divide entre planes con los amigos y planes con la pareja. Cuando quieren diversión salen con los amigos, cuando quieren algo tranquilo con la pareja. Estos dos mundos hacen muchas veces que la relación sea insostenible.
Lo curioso de estas relaciones es que son bastante duraderas, algunas se mantienen desde la adolescencia hasta bien entrados los 20 e incluso con el tiempo y después de haberse desarrollado como personas, pueden encontrar la diversión de la que carecían en un principio completando así un banco perfecto.
Pero estos casos suelen ser la excepción que confirma la regla. Lo normal es que los novietes vayan por estaciones, uno para el verano, otro para el invierno, en primavera que estoy alterada alguno mas…
¿Cómo darse cuenta cuando tu pareja es un simple noviete? Muy fácil, cuando piensas en quedar con él o ella lo ves más como una obligación que como un placer.

·         El buen/a amig@: Uno de los personajes a los que más cariño le tengo y con el que más identificado me siento. El Buen/a amig@ suele estar en todas las pandillas de amigos. Es la persona en quien todo el mundo confía y con la que todo el mundo se divierte, pero siempre termina siendo el eterno soltero del grupo. Solo dos patas para un banco, insuficiente para mantener el banco.
Desde joven ha sido la persona de confianza del grupo, siempre ha estado ahí ante cualquier problema y siempre ha dado la cara por sus amigos. Por ello siempre ha sido muy valorado entre ellos.
Además siempre está ahí para la fiesta.  No se pierde ninguna, siempre dispuesto a salir de fiesta, nunca dice que no a otra copa. Empalma un grupo de amigos con otro, pegándose fiestas con todos, oyendo sus problemas y viéndoles construir sus vidas.

Pero el buen/a amig@ sufre. La vida va pasando, sus amigos van construyendo sus proyectos de vida en pareja y el sigue igual, no evoluciona. Los años van pasando y sus perspectivas de futuro no cambian. Sus amigos empiezan a casarse, a comprarse pisos y pronto tendrán hasta hijos. Sin embargo él sigue con la vida de soltero fiestero que nunca le dio resultado. Tiene que aguantar frases del estilo “Tu sí que te lo montas bien, haces lo que quieres sin tener que dar explicaciones a nadie. A mí la parienta no me deja ni echarme un cerveza”. Pero justamente, eso es lo que él quiere. Alguien con la que compartir su vida.
Una vez más se demuestra que con solo dos patas, el banco no es estable. Seguramente este sea el caso más claro y más perjudicial de esta loca teoría.
El próximo día continuaremos con la tercera parte de esta teoría, los bancos de 3 patas y si hablo en plural pues no solo existe un banco de 3 patas perfecto. De momento vamos a refrescarnos el gaznate con un rico Gin Tonic que además tengo remesa de tónicas nuevas y estoy como loco por probarlas. Posadero!!!  Un Gin Tonic para mi y para el resto lo que quieran que esta to pagaoooooooo!!! Gallu!!!

lunes, 11 de marzo de 2013

Recuento de bajas

Siempre es duro el día después de la batalla, despertarse (que no levantarse), hacer recuento mental de si está todo en orden, física y mentalmente, comenzar a agrupar recuerdos borrosos y esquivos del día anterior, que casi es mejor dejar en el limbo del olvido, intentar moverse y descubrir dolores que juraste que no volverías a tener....

Y esta última batalla fue dura, muy dura. Hacía mucho tiempo que no juntábamos a las hordas en nombre del señor oscuro y esta vez si acudieron todos a su llamada, incluso guerreros míticos y perdidos que solo responden ante el cuerno de Vorondil, se unieron ante esa esperada noche.

El cielo presagiando lo que iba a acontecer nos recibió gris y plomizo, incluso con lluvia helada que calaba hasta los huesos y poco a poco fueron llegando los guerreros, preparados para la larga tarde-noche de batalla. Todos con sus mallas resplandecientes, los cascos bajo el brazo,sus escudos recién pintados y como armas una jarra en la mano derecha.

Con los nervios previos al momento en el que se tiene que encontrar con el enemigo, se fueron recordando anécdotas pasadas, recuerdos de otras escaramuzas, historias de días míticos que nos harán entrar en el salón de la gloria, mientras el gran banquete se preparaba.

El banquete previo finalmente comenzó, grandes bandejas de los animales mas exquisitos pasaron por la mesa del salón, ingentes cantidades de cerveza corrieron por esa sala, los nervios del guerrero deben ser aplacados con cerveza, estupendos momentos de camaradería se vivieron bajo aquel techo, todos sabiendo lo que nos iba a esperar. Por fin cuando no quedaron ni los huesos y la cerveza empezó a escasear nos pusimos en marcha.

De la batalla no quiero hablar, siempre son momentos duros, demasiados compañeros que vas perdiendo a lo largo de la noche, gente que creías a tu lado y que caen ante los efectos de las armas del enemigo, recuerdos borrosos por el dolor de la noche. Creo que mi cerebro ha preferido olvidar todos esos momentos.

Y aquí estamos, intentándonos recuperar de la noche, haciendo recuento de bajas.

Lo que no sabe el enemigo es que, The Boys will be Back

viernes, 8 de marzo de 2013

The boys are back



Por suerte para este devastado cuerpo, y por desgracia para esta desastrosa mente enferma, las reuniones de antaño, en la cuna de la capital de la Alcarria, no son algo de lo que podamos hablar con asiduidad. 

El trabajo, la distancia, las malas mujeres y los distintos quehaceres del día a día, nos mantienen alejados de la vida en grupo de la que solíamos alimentarnos durante nuestros años de juventud.  

Pero raras veces, como cuando llegas a ver una estrella fugaz en una noche de luna nueva, la mente de enjambre convoca a sus tropas. Suenan gaitas con notas prohibidas, las agencias de seguridad nacional reciben alertas naranja, los fabricantes de cerveza se frotan las manos en sus lúgubres despachos mientras ríen malévolamente, las madres esconden a sus hijas y los padres guardan los caballos.

El Señor Oscuro toca diana. Sus leales súbditos acuden raudos y veloces. Nos dirigimos a la batalla, feroces y desbocados, con una pinta en la mano y espada en la otra. La bella y fría cuidad nos espera, dispuesta a arroparnos al calor de la vieja barra del bar. 

Que estas líneas sirvan como epitafio si perecemos en el intento, contad nuestras historias a los nietos de nuestros nietos, componed canciones, lloradnos, recordad, mientras os lamentáis, las noches que os hicimos rozar el cielo con la punta de los dedos, brindad a la salud de los bárbaros combatientes que os observarán desde el salón del Valhalla.

Corred si nos veis el sábado, es un aviso, que suene el rockanrol, que llueva sangre y cerveza fría, rezad los que sepáis, porque los muchachos están de vuelta ¡¡¡the boys are back!!!! 


lunes, 4 de marzo de 2013

El ocaso de los clásicos



He recibido un email… como los de antes, de esos de hacer clic en la bandeja de entrada y ver ese (1), seguido de un nombre y un asunto que te retuerce el estómago. De abrirlo con el pulso temeroso de un adolescente. De esbozar la sonrisa más tirante del día. De palpitar a ritmo de Cowboys from Hell. 

Me gustan los emails, esa correspondencia 2.0, porque llegamos tarde a las cartas de verdad, como llegamos tarde a tantas cosas… porque llegamos tarde para Woodstock, como llegamos tarde para ver al bueno de Jimmy envuelto en ácido y llamas… porque llegamos tarde al Studio 54, como llegamos tarde para ver al batería más ruidoso de toda Inglaterra, detrás de los platos y detrás de un bigote… porque llegamos tarde a la distorsión Cliff en Orion, porque en realidad siempre llegamos tarde a muchas cosas.

Pero cartas, virtuales o no, son cartas… y todo el mundo sabe que las cartas se inventaron para decir cosas bonitas, para arrancar sonrisas y aferrarnos a ellas, para mandar sueños, para guardar recuerdos, para decir te quieros, para saltar al vacío, para olvidar el arnés de seguridad, para salir de la triste y violenta monotonía. 

Y todo marchaba bien… podías tener más o menos, como siempre en la vida, pero ahí estaban, el clavo ardiendo de las últimas almas del romanticismo, la esperanza del melancólico, la cerveza del sediento, los arpegios del olvidado… y llegó el dichoso Whatsapp… como el que irrumpe en un velatorio contando chistes de vascos… grotesco a la par que curioso.

Me vendí, culpable… pero no olvido, añoro. En whatsapp no se escribe como en las cartas, maldita lanzadera de palabrajos y carotas amarillas ¡hasta una mierda sonriente, oiga! Gatos que se sorprenden, monetes que se sonrojan… ¡un despropósito, vamos! ¿Acaso se pueden decir cosas de verdad y que suenen reales en la bella lengua de Cervantes en esta dichosa aplicación? 

Porque whatsapp es para decir guarradas, para saltarse la mejor parte, la de convencerte, mientras suena el Maybe de la tía Janis en mi cabeza, para que me dejes escalar por tu yugular, o dejar que me muerdas el labio… para saltarse la parte en la que dejo de mirarte a los ojos e imagino que esa boca es solo para mí, la de salir borrachos del bar, corriendo para ir a meternos mano en la parte de atrás del coche. Para saltarse lo bueno, para ir directos al final… práctico, pero una guarrada.

Porque whatsapp, comparado con las cartas, es como una banda de American Root sin contrabajo. Como decir que la película era mejor que el libro. Como comparar Showtime con HBO. Como los Beatles y los Stones. Como Camela y Medina. Como comparar al Tarque con el puto Carlos Goñi. Como follar con quien no sabe besar… 

Como el Loco sin Sabino, como Rinconete sin Cortadillo o como Horacio Oliveira sin Buenos Aires. Como The Apartment sin Jack Lemmon, como una tarde de verano en el Carrero sin una cerveza, como un piercing en el clítoris, como Maiden sin Bruce o como El secreto de tus ojos sin Ricardo Darín… 

Como Faluya sin revolución, como el puto porno americano… o como las tetas operadas. Como hablar de cine y olvidarse de Brian de Palma, como el blues de Missouri sin armónica, como Nueva York sin Sinatra. Como que empiece a sonar Sultans of Swing y no te abraces por el cuello a la primera persona que tengas al lado y te inventes la estrofa mientras levantas la cerveza.

Como dijo el buen Robe… “llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! sin tí.”

No pienso convencerte por whatsapp… nos merecemos más, pero te invito a una copa esta noche, conozco el peor bar de toda la ciudad… la última la podemos tomar en casa, pero solo si prometes reírte de mis tonterías; prometo decirte guarradas, pero por email… o mensaje… o messenger… que guarro soy como el que más, pero por favor, nada de whatsapp. 

Un ron-cola por aquí, ¿y para ti?