jueves, 13 de marzo de 2014

JUMANJI


Por fin vuelvo por aquí!! Después de mucho tiempo vuelvo a mi querida barra. Me hubiera gustado volver antes pero la vida en ocasiones nos aparta de lo que más queremos. Pero hoy vuelvo para transmitir buenas noticias. ¡Vuelvo para anunciar un nuevo Jumanji!

A la edad de 8 años aproximadamente, una tarde de domingo acudí al cine con mi hermana y mi padre. En la cartelera echaban una película nueva de la que todo el mundo hablaba, Jumanji. Casi todos conoceréis esta peli. Recuerdo como salí encantado del cine y como el lunes comente la película con todos mis amigos del cole. Estaba alucinado con la película, fascinado con todos esos animales que aparecían de la nada, moviéndose como una manada anárquica que arrasaba con todo lo que se le ponía por el medio.

Hace ya un tiempo, en una noche de borrachera descontrolada, uno de los componentes de este blog bautizo aquella borrachera con la expresión “hacer un jumanji”. ¡Imagínense como fue aquella noche!

Pues se avecina otra gran noche de ese estilo. Nos espera un fascinante fin de semana con parte de los muchachos en tierra astur. Nos espera una gran noche en la que necesitamos hacer un Jumanji. Porque estamos hartos, hartos de la vida, hartos de esta sociedad corrupta, hartos de trabajar, hartos de buscar nuestro banco libre cuando el que nos gusta ya lo ocupamos o lo ocuparon o está a miles de Kilómetros, hartos de pertenecer al grupo de las tres FFF (feos, fuertes y formales), hartos de estar hartos pero sobre todo hartos de estar lejos de los muchachos.

Así que este fin de semana pondremos en práctica la teoría del peligro reduciendo la distancia al mínimo, provocando un nuevo Jumanji, porque necesitamos disfrutar de la sensación de ir en manada, de arrasar con todo sin que nada importe, de ir cada uno a lo nuestro pero dentro de la gran manada que formamos. No importa nada ni nadie solo importa disfrutar de la comida, de la bebida y de la mejor compañía. De disfrutar de los muchachos, otra vez, como casi siempre…


martes, 18 de febrero de 2014

Otra vez, como casi siempre…



Y escribió el típico amigo patoso que todos tenemos “Otra vez, como casi siempre…

Hace tiempo, mucho tiempo que no nos dejamos caer por aquí… espero que nos echen de menos, eso esperamos, que somos muy creídos. Llevo largos meses buscando algo que contarles, pero siempre escribo cuando me emborracha la melancolía, cuando me embisten las resacas solitarias, y no encontraba el momento. Me va bien, por ahora. 

Lamento sacar el tema, queridos lectores, que ante la ausencia, ante la solitaria rutina a la que les tenemos acostumbrados, ante el tedio y la apatía de escribir en época de bonanza, recurra a la vileza del fútbol para regresar a sus ávidas pupilas.

“Aquí me pongo a contar motivos de un sentimiento que no se puede explicar.” que cantaba el Maestro.

Que somos del Atleti (algunos), seguro que más de uno ya lo sabe, pero por si acaso… incido. 

Otra vez, como casi siempre…”.

Siempre fuimos de los que se iban a dormir el domingo con una derrota de su equipo. Siempre fuimos de los que al día siguiente iban al cole dispuestos a soportar la chapa de los madridistas y los culés. De los que llevábamos el 8 de Schuster, el 14 de Simeone, el 19 de Kiko, el 10 de Pantic... Aunque nunca fui muy futbolero, siempre fui del Atleti. A muerte.

Hace poco tiempo, todo cambió… Nos acostumbramos a ganar. ¡Hasta la victoria, siempre! Que decía el Comandante. ¡Y ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar! Que gritaba otro Comandante. 

Hasta que perdimos… “Otra vez, como casi siempre…” 

Pero que deliciosos fueron los “casis”, queridos amigos.

Como cuando casi nos pasamos un verano entero sin probar una gota de aguar. Como cuando casi fuimos los mejores. Como cuando casi te rompí aquel vestido blanco. Como cuando casi llenamos aquel vacío de ebrias carcajadas.

Los del Atleti siempre fuimos de casi, si algo nos enseñaron nuestros padres, fue a disfrutar de los pocos casi. De levantarnos cuando no había casi. De continuar. De aprovechar casis.

Como cuando casi nos quedamos a vivir en el Estadio Azteca de Calamaro a partir del minuto 2:35. Como cuando casi salimos vivos del Gruta 89. Como cuando casi me creí que me querías. Como cuando casi nos emborrachamos a base de destornilladores por querer hacer de Truman Capote.

Como cuando casi os di la razón hablando de política mundial. Como cuando casi leí aquel bodrio de novela por tener su melena trenzada en mi almohada. Como cuando casi arreglamos el mundo en aquella taberna infernal.

Porque los del Atleti siempre fuimos de soñar. Porque sin sueños, no vales una mierda. Porque ya casi nunca te sueño.

Como Cuenca casi nevada. Como el “Something's Got a Hold on Me”, sin casis que valgan. Como el vaso casi lleno. Como nuestra cerveza casi nunca vacía. Como casi nosotros. 

Las 8.00 am del sábado. Aquel casi. Luego más. Porque casi todo lo prohibido nos ponía cachondos. Porque aunque no creamos en los finales felices, creemos en los bares felices. Porque casi seguro que tampoco nos quedará París.

Otra vez, como casi siempre…” que decía nuestro amigo Diego.

Porque casi nunca quisimos madurar, porque se madura con los daños, no con los años. Y yo nunca quise madurar. 

Porque somos del Atleti. Casi guapos, casi feos. "Casi que a la fuerza recorro las horas". Casi imposible. Casi nada, casi todo. Casi tú, casi yo. Casi, sin más.

Otra vez, como casi siempre estamos aquí. Por ustedes. Por el Atleti. Por ellas, por nosotros. Por tantos casi. Porque acabemos casi borrachos. Casi mordiéndonos.

Pidan lo que quieran… esta la pago yo, que aún estoy casi resacoso.